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Las pantallas de serigrafía hacen parte fundamental del proceso de esta técnica de estampado. Consiste en un marco y malla, el marco aporta la base para mantener tensa, rígida y estable a la malla. Los marcos pueden ser de diferentes materiales y tamaños. Por su parte las mallas pueden ser de diferentes colores y materiales como nylon o poliéster.
En primer lugar, encontramos los marcos de madera, sus principales ventajas son su precio ya que es el más bajo y que son fáciles de fabricar. Pero estos marcos tienden a deformarse con el tiempo afectando la tensión y estabilidad de la malla. No son tan fáciles de limpiar.
También puedes encontrarlos elaborados en aluminio. Estos marcos son muy resistentes, no se deforman fácilmente ni con la tensión ni con el calor. Otra ventaja es que su peso es bastante ligero, por lo que son fáciles de manipular. También son fáciles de limpiar, pero son un poco más costosos y tienen una elaboración más compleja.
Por último, puedes encontrar marcos de hierro vacío, estos tampoco se deforman y mantienen la estabilidad de la malla, pero al igual que los de aluminio con más difíciles de fabricar.
Las mallas para serigrafía son de diferentes colores y también de diferente densidad de hilos. Las mallas blancas simplifican el proceso de emulsión y las amarillas ofrecen mejores resultados en los detalles del estampado.
Por su parte, la densidad de hilos varía según la tinta que se usa y el material en el que se aplica el estampado. Las puedes encontrar con una densidad de 13 a 200 hilos por centímetro lineal. Las mallas más baratas son las que tienen menor densidad.
Así mismo, las mallas las podrás encontrar en distintos materiales:
· Poliamida: especiales para superficies rugosas
· Poliéster: son las más populares. Fáciles de limpiar, durables y gran calidad de estampado.
· Seda sintética: ideal para dibujo y frases muy pequeñas.
· Calandradas: especiales para tintas UV y materiales transparentes.
